La importancia de la alimentación y la nutrición en la salud tanto física como mental

 

Es vital alimentarse bien y equilibradamente procurando eliminar todo aquello que, a lo largo de los años, se ha ido colando como aditivos en los alimentos.

Da igual lo poco procesados que estén, estos aditivos han resultado extremadamente nocivos para la salud (a parte de los pesticidas sistémicos y fertilizantes químicos).

Es indispensable incorporar en nuestra dieta muchos más vegetales.

 

Las carencias que tenemos hoy en día vienen determinados en gran medidas por la poca o nula calidad nutricional de los vegetales (por recolectarlos sin madurar) y por la desmineralización del suelo (exceso de cosechas anuales).

Necesitamos una complementación nutricional pura y natural para una óptima nutrición ortomolecular.

Con el objetivo de tener una alimentación más saludable conviene empezar por eliminar el consumo de:

  • Pesticidas, en la mayor medida posible que podamos.
  • Potenciadores de sabor y todo tipo de aditivos.
  • Edulcorantes artificiales (sobre todo el “aspartamo”).
  • Grasas hidrogenadas.

Reducir o eliminar también, pues son altamente inflamatorios:

  • Lácteos.
  • Trigo y cereales refinados (hoy día, hay gran variedad de panes muy suculentos, que llevan una mínima parte de trigo o incluso nada).
  • Azúcares (Siempre sin ser demasiado estrictos, que un dulce de vez en cuando, nos sube el ánimo, y cualquier dieta demasiado estricta siempre fracasa). Podemos usar azúcares más saludables, como la panela, o azúcar integral de caña. También especias como la canela dan sabor y hacen no extrañar tanto el azúcar.

Incluir en la dieta complementos nutricionales que tienen poca presencia en los alimentos:

  • Ácido Omega3 (el Omega6 y el Omega9 si están presentes en bastante cantidad en muchos de los alimentos que consumimos a diario, como en el aceite de Oliva Virgen).
  • Un multivitamínico natural, procedente de vegetales concentrados de agricultura ecológica.
  • Proteína vegetal, fitonutriente  también natural y de cultivos ecológicos.
  • Coenzima Q10.
  • Vitamina D.
  • Agua purificada.

De vez en cuando desintoxicar el organismo con una infusión de Cardo Mariano y Diente de León.

Cuando aparecen trastornos psicológicos, psiquiátricos o enfermedades neurológicas, suplementar además, variando la dosis según necesidades, con:

  • Complejo Vitamínico B.
  • Vitamina C.

Y acordarse siempre que somos cazadores-recolectores y seguimos teniendo el mismo aparato digestivo.

Se debe empezar siempre por una ensalada, por pequeña que sea.

 

Los vegetales al principio de la ingesta alcalinizan el aparato digestivo y como consecuencia el organismo.

Comer toda clase de hortalizas, vegetales, legumbres y cereales sin refinar, es decir integrales, y fruta, mucha fruta.

Pescado azul, a poder ser pequeño, y muy poca carne, a poder ser blanca (pollo, pavo, conejo…) Nuestros ancestros la comían solo cuando lograban cazar.

También conviene empezar el día con un vaso de agua con un chorro de zumo de limón. Nos proporciona más vitamina C que un vaso entero de zumo de naranja (que además contiene tanta insulina como 6 terrones de azúcar), solo que sin azúcares, y además nos ayuda a empezar el día alcalinizando nuestro organismo.

En definitiva, hacer una dieta mediterránea, pero de verdad, que eso es lo idóneo para todos, y complementarla con Complejo Omega3, Multivitamínico natural, Proteína vegetal, Vitamina D,  Coenzima Q10 y agua purificada.

Y cuando aparecen trastornos o enfermedades que pueden alterar el funcionamiento bioquímico del cerebro, complementar con las 8 Vitaminas del grupo B, y Vitamina C.

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