Los 9 tipos de personalidad (y sus características)

El estudio de la personalidad ha constituido un foco central de interés para la Psicología. Se trata de un concepto abstracto de difícil definición, aunque se conoce que existen distintos tipos y estilos.

Uno de los intereses más notables en el ámbito de la psicología ha sido, desde siempre, el estudio de la personalidad. Así, los científicos han tratado de forma incansable de establecer clasificaciones adecuadas que permitan identificar los distintos tipos de personalidad existentes. Este interés ha ido, además, más allá de la mera curiosidad.

En realidad, conocer las distintas clases de personalidad que los individuos pueden mostrar es necesario en el abordaje de la terapia psicológica, en los procedimientos penales, en la educación, etc. Es decir, este área de la psicología posee una enorme importancia y cuenta con numerosas aplicaciones más allá de la teoría.

 

¿Qué es la personalidad?

En primer lugar, cabe preguntarse lo siguiente: ¿qué es eso que llamamos personalidad? Pues bien, esta se puede definir como una serie de maneras de pensar y actuar, que marcan importantes diferencias entre los individuos. Nuestra personalidad determina cómo nos relacionamos con los demás, qué habilidades mostramos, cómo razonamos, los hábitos que seguimos, etc. Como vemos, aunque el término personalidad es más que familiar, en absoluto es fácil su definición, ya que impregna toda la realidad de la persona.

Numerosos autores han intentado hallar la definición definitiva de personalidad. Sin embargo, no existe una más correcta que otras. A pesar de los distintos matices que podemos encontrar en cada propuesta, lo cierto es que el concepto de personalidad siempre cuenta con una serie de características esenciales comunes a todas ellas.

La personalidad siempre abarca características de la persona que se mantienen relativamente estables a lo largo del tiempo y que, además, son consistentes, lo que significa que no varían en función de la situación. Por tanto, conocer el estilo de personalidad de un individuo puede contribuir a hacer ciertas predicciones de su conducta en el futuro. Además, el concepto de personalidad engloba todas las funciones y conductas de la persona, de forma que permite reconocer los aspectos distintivos de cada individuo frente a los demás.

Las dos características nucleares de este constructo que llamamos personalidad son, como venimos diciendo, la distintividad (permite diferenciar a un individuo del resto) y la persistencia (se mantiene estable en el tiempo). Esto hace que la personalidad guarde un especial vínculo con la construcción de la identidad de la persona. Nuestro estilo de personalidad determinará un conjunto de rasgos que se integran como un todo, permitiendo dar a la persona esa continuidad y coherencia en su conducta.

Como ya comentamos, nuestra forma de comportarnos tiende, en general, a repetirse a lo largo del tiempo. No obstante, esto no significa que siempre actuemos de forma idéntica en todos los casos. La personalidad determina nuestra tendencia general, aunque habrá otras variables que modulan nuestra forma de actuar ante los eventos que se nos presentan. Aunque cuando nacemos contamos con características temperamentales innatas, es cierto que nuestro ambiente y circunstancias terminarán por moldear nuestra personalidad.

Aunque se han propuesto numerosas clasificaciones para determinar los tipos de personalidad existentes, aquí veremos una de ellas. Particularmente, en este artículo vamos a repasar la propuesta del eneagrama de la personalidad.

 

¿Qué clases de personalidad existen?

Debido al carácter abstracto del concepto de personalidad, no ha sido fácil analizarlo de forma científica y son muchas las propuestas de clasificaciones que se han llevado a cabo. En este artículo hemos decidido poner el foco en una muy interesante: el eneagrama de la personalidad. Un eneagrama es una figura geométrica circular, que cuenta con nueve puntas. Cada una de ellas es lo que se conoce como eneatipo.

Esta forma se ha utilizado como elemento gráfico para ilustrar esta curiosa clasificación de la personalidad. De esta manera, las diferentes categorías, que en total suman nueve, refieren a distintas tendencias comportamentales que pueden observarse en las personas. Así, cada individuo puede encajar en alguno de los nueve eneatipos que plantea este modelo. Vamos a conocer cada uno de ellos.

1. Eneatipo 1: Perfeccionismo e idealismo

Este tipo de personas tienden a destinar su energía a la persecución de sus ideales. Para lograrlo, tratan de mantener su atención en aquellos aspectos que realmente les resultan importantes, procurando no dispersarse.

Los individuos con este tipo de personalidad suelen guiar sus vidas acorde a valores éticos como la integridad, la justicia o la verdad, y hacen todo lo posible para que estos sean realmente aplicados en su día a día. Por ejemplo, pueden rechazar un gran salario si consideran que su trabajo puede ser perjudicial para otros. A nivel profesional, estas personas tienden a realizar sus obligaciones con gran cuidado y atención, pues son perfeccionistas y disciplinados.

2. Eneatipo 2: Tendencia a ayudar

Estos individuos destacan por su habilidad para atender y responder a las necesidades de los demás. Se trata de personas que sitúan las relaciones interpersonales por encima de lo demás, dando especial importancia a valores como el amor o la amistad.

Suelen ser personas con una marcada sensibilidad a las necesidades y el malestar ajeno. Suelen actuar acorde a la bondad y muestran una notable inteligencia emocional. Este tipo de personalidad hace que se desempeñen actividades de carácter solidario y altruista, volcando el grueso de la energía a los otros.

3. Eneatipo 3: Organización

Las personas que encajan en este perfil suelen destinar su tiempo y energía a la consecución de objetivos y proyectos. Por lo general, son hábiles a la hora de organizarse, lo que añadido a su creatividad, hace que sean talentosos en todas las empresas que inician.

Habitualmente, estos individuos cuentan con objetivos vitales muy claros y con grandes dosis de motivación y autoconfianza. También suelen contar con buenas habilidades sociales, por lo que son buenos comunicadores y resultan atractivos para los demás. Todo ello hace que puedan llegar a ser grandes líderes, ya que contagian su seguridad a los demás.

4. Eneatipo 4: Sensibilidad artística

Las personas que encajan en este eneatipo suelen contar con gran sensibilidad para captar la belleza en el entorno y en las personas que les rodean. Además de su gran sentido estético, suelen mostrar una fuerte sensibilidad hacia sus propias vivencias interiores y también captan con facilidad los sentimientos de los demás.

Este tipo de individuos tienden a ser intensos y pasionales, llegando a sentirse en cierta forma diferentes a los demás. Suelen mostrar por ello una tendencia a la introspección, encontrando en ocasiones dificultad para comunicarse de manera exitosa con los otros.

5. Eneatipo 5: Observación

Las personas que encajan en este perfil suelen disfrutar aprendiendo y obteniendo nuevos conocimientos. No suelen sentirse cómodas siendo el centro de atención, pues prefieren mantenerse en un segundo plano. Estos individuos se caracterizan por su gran independencia y disfrutan realizando actividades enriquecedoras para su saber, como viajar, estudiar idiomas, participar en seminarios, formarse en su ámbito profesional, etc.

Son personas que, en general, suelen mostrarse algo planas o indiferentes a nivel afectivo y suelen percibir la realidad desde posturas estrictamente racionales y lógicas. No obstante, tienden a mostrar una actitud calmada y saben escuchar a los demás cuando lo necesitan.

6. Eneatipo 6: Colaboración y apego a las normas

Las personas que encajan en este perfil son aquellas que tienen un fuerte sentido del deber y la responsabilidad. Son individuos que se comprometen firmemente con sus proyectos y cumplen siempre lo que prometen. Al poseer un gran apego a las normas, pueden llegar a bloquearse o sentirse inseguras en escenarios no reglados. Cuando no hay reglas claras, pueden sentir incertidumbre y sentir por ello miedo y dudas.

A menudo, son individuos con inseguridades y miedos, por lo que refugiarse en el seguimiento de las normas es una especie de estrategia que les impide enfrentarse a ellos. A pesar de ello, suelen trabajar muy bien en equipo, son amigables con los demás y siempre se muestran colaboradores. Aunque no les gusta el liderazgo, disfrutan sintiéndose parte de los grupos sociales, ya sea a nivel personal como profesional.

7. Eneatipo 7: Optimismo

Quienes tienen este estilo de personalidad suelen mostrar una actitud positiva ante la vida, que contagian con frecuencia a los demás. Se trata de individuos con enorme vitalidad y alegría en todos los planos de su vida. Este tipo de personas viven la vida con gran esperanza y pasión. Disfrutan de los placeres de la vida, como viajar, comer, relacionarse con los demás, emprender proyectos, etc.

En general se trata de personas proactivas, dinámicas y en constante búsqueda de crecimiento personal. Sienten emoción por las pequeñas cosas y se siguen sorprendiendo con los detalles más mínimos, lo que les dota de un sentimiento de enorme gratitud con la vida.

8. Eneatipo 8: Justicia

Las personas de este perfil se caracterizan por su gran decisión y firmeza ante la vida. Así, se muestran dispuestas a actuar acorde a los valores en los que creen sin amedrentarse. Este tipo de individuos tienen muy asimilados valores relacionados con la justicia, por lo que siempre tratan de actuar para combatir situaciones injustas en favor de los más débiles. Las situaciones complejas son para ellos retos a superar, por lo que se implican sin dudarlo en este tipo de causas desde una vocación auténtica. Además de todo lo dicho, suelen ser personas muy prácticas que buscan actuar para obtener resultados sin divagar demasiado.

9. Eneatipo 9: Mediación

Las personas de este tipo suelen ser hábiles a la hora de desenvolverse en escenarios de tensión o conflicto. Siempre actúan guiadas por el deseo de lograr paz y armonía. Ante situaciones de ruptura, siempre actúan como hilo conector y punto clave para las reconciliaciones.

 

 

 

 

Fuente : Ariticulos/Natalia Menéndez Martínez/Psicóloga

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