Las 5 diferencias entre aislamiento y cuarentena

 

Por desgracia, la pandemia de COVID-19 ha hecho que los conceptos de cuarentena y aislamiento formen parte de nuestra vida. Pero todavía existe confusión acerca de las diferencias entre términos.

Actualmente, con la situación de pandemia, es necesario actuar con responsabilidad y saber cómo proceder correctamente en cada circunstancia. Así pues, dependiendo si somos positivos o no, debemos aislarnos en el primer caso o hacer cuarentena si aún no tenemos confirmado el resultado de la prueba. Del mismo modo también influyen otras variables como tener la pauta completa de vacunación, no tener síntomas o haber tenido la enfermedad en los últimos 3 meses.

De esta forma, los dos procedimientos tienen como finalidad separar a los posibles positivos y a los sujetos que ya tienen la enfermedad para que el virus no se siga propagando, pero presentan algunas diferencias. Como hemos mencionado, el aislamiento lo realizan sujetos positivos durante un periodo mínimo de 10 días; en cambio, la cuarentena la hacen los individuos sin resultados confirmados, que tienen síntomas o que no están vacunados, quedándose en casa durante 14 días y controlando su estado.

En este artículo, te planteamos las principales diferencias entre cuarentena y aislamiento para que sepas cuándo debes realizar cada proceso y cómo debes proceder en cada uno, cuántos días durará o qué medidas de seguridad debes tener.

 

Cuarentena vs aislamiento: ¿en qué se diferencian?

Sabemos que el virus que causa la Covid 19 se propaga muy rápida y fácilmente. Por este motivo, si hay sospecha de enfermedad, como por ejemplo por contacto con una persona positiva en Covid 19 o se le ha confirmado que tiene la enfermedad, será necesario que la persona se separe del resto de la población, ya sean desconocidos o familiares.

Con el propósito de separar al individuo hay dos posibilidades que tienen la misma finalidad de mantener distante al sujeto pero el motivo y procedimiento es distinto, estas son la cuarentena y el aislamiento. De este modo, no debemos confundir los términos ya que no se pueden usar como sinónimos y será fundamental que conozcamos en qué consiste cada uno y cuándo realizarlos para actuar correctamente y no poner en riesgo a nuestro entorno ni a nosotros mismos.

Para que te sea más fácil distinguir uno de otro, a continuación te citaremos y explicaremos las principales diferencias que existen entre hacer cuarentena y aislarse.

1. ¿A qué sujetos va dirigido cada procedimiento?

Una diferencia importante entre los dos términos consiste en saber a quién van dirigidos, así pues, en el caso de la cuarentena, los sujetos que la deben realizar son los que muestran mayor posibilidad de contagio, ya sea porque han estado en alguna localización o sitio con muchos casos positivos o porque han estado en contacto con un sujeto que tiene la enfermedad, pero en todo caso él, la persona que hace la cuarentena, aún no presenta síntomas y no es positivo en Covid 19.

¿Cuándo consideraremos que hemos tenido un contacto estrecho con un sujeto con coronavirus? El Ministerio de Sanidad español define el contacto cercano cuando el personal sanitario, familiares u otras personas hayan realizado cuidados a un individuo con Covid sin respetar las medidas de protección adecuadas. Así mismo, en términos generales se hablará de contacto estrecho si hemos estado en el mismo lugar a menos de 2 metros de distancia, durante más de 15 minutos y sin utilizar mascarilla.

Contrariamente, harán aislamiento los individuos que están enfermos o han dado positivo en la prueba para detectar la Covid 19, es decir, en este caso sí que hay certeza de que el sujeto tiene el virus.

 

2. ¿Cuál es el objetivo del procedimiento?

Así pues, ya sabemos que en los dos casos la finalidad principal consiste en reducir la transmisión o contagios de la enfermedad, pero cada procedimiento muestra alguna matización.

En el caso de la cuarentena, como hemos dicho, va dirigida a gente que tiene mayor riesgo de presentar la enfermedad, es decir, tiene mayor posibilidad respecto a la población general de tener la Covid 19, pero no hay certeza de ello porque no muestra síntomas ni ha dado positivo. Por esta razón, el objetivo de la cuarentena es separarlo para controlar y ver cómo evoluciona el individuo, si finalmente se encuentra mal y así prevenir que si es positivo contagie a otros.

En cambio, el objetivo del aislamiento, como es obvio también consistirá en disminuir los contagios ya que sabemos con seguridad que es positivo, pero servirá para mantener separados a las personas que ya presentan la enfermedad, aunque sus síntomas no son tan graves como para estar hospitalizados, de este modo se quedarán en casa para controlar cómo evoluciona su estado y en caso de que empeore pedir ayuda médica.

3. ¿Cuándo no será necesario que realices el procedimiento?

En este punto nos referiremos si hay algún motivo que haga que no sea necesario realizar el aislamiento o la cuarentena. En el primer caso, el aislamiento, es fácil de saber, puesto que como el sujeto tiene la enfermedad será obligatorio realizarlo siempre y en ninguna circunstancia se librará.

En contraposición, en el caso de la cuarentena sí que existen excepciones que harán que el individuo no necesite quedarse en casa, en el caso que tenga toda la pauta de vacunación completa, es decir, se ha puesto todas las dosis requeridas y no presenta ningún síntoma. Del mismo modo, tampoco será necesario que realicen cuarentena las personas que hayan dado positivo en los últimos 3 meses, siempre y cuando no muestren síntomas y se encuentren bien.

4. ¿Cuánto tiempo dura cada proceso?

Dado que el motivo e individuos a los que va dirigido cada proceso varía, también será distinto el tiempo que requerirá cada uno de ellos. De esta forma, en el caso de la cuarentena donde el sujeto, como ya apuntamos, no tiene constancia de que tenga la enfermedad, si tiene toda la pauta completa no será necesario que haga cuarentena sinó tiene ningún tipo de malestar, deberá esperar entre 3 a 5 días para hacerse la prueba tenga o no tenga síntomas y requerirá que se ponga la mascarilla en lugares públicos cerrados durante 14 días después de tener el contacto o la exposición al virus o hasta que se realice el test y este dé negativo.

En caso de estar expuesto al virus y no tener la pauta completa de la vacuna sí que será obligatorio hacer la cuarentena y quedarse en casa durante 14 días posteriores al contacto con la persona no Covid 19. En este proceso deberá vigilar si desarrolla síntomas, controlando que su temperatura no alcance los 38 ºC, así como si tiene mucha tos o le cuesta respirar. Si finalmente da positivo será necesario que realice el otro proceso y se aísle.

En referencia al aislamiento, si el individuo muestra malestar deberá quedarse en casa al menos durante 10 días, contando como el primero el día donde empezaron los síntomas, estar mínimo 24 horas sin fiebre y sin haber tomado ningún fármaco para disminuirla y que los síntomas que tenía hayan mejorado. Si ha dado positivo en la prueba pero no se encuentra mal, será primordial que se aísle en casa durante al menos 10 días, contando el primero en el momento que le confirman que es positivo y en caso de que termine por presentar síntomas deberá realizar el proceso ya mencionado, cuando se tiene la enfermedad y malestar.

5. ¿Cómo actuar en casa?

De este modo se recomienda realizar medidas preventivas o de seguridad en caso de vivir con más gente para evitar contagiarlos si aún no lo están. Durante el periodo de cuarentena es óptimo que se mantenga una distancia mínima de 1,80 metros, que serían unos 6 pies, con respecto a los otros habitantes de casa, estarse en una habitación separado en la medida de lo posible, lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente o si no es posible usar gel hidroalcohólico, intentar tocarse la cara lo menos posible y desinfectar las superficies de la casa para evitar que el virus quede en ellas.

Referente al aislamiento, donde el sujeto ya presenta la enfermedad las medidas recomendadas serán más restrictivas. Así pues, intentaremos permanecer otra estancia y si no es posible debemos mantener la distancia de seguridad de 1,80 metros, antes mencionada, en esta circunstancia también tendremos que llevar puesta la mascarilla, a poder ser de tipo quirúrgica, así como también nos la pondremos cuando alguien nos traiga algo y el contacto sea más estrecho. Del mismo modo, procuraremos lavarnos frecuentemente las manos y desinfectar los muebles y objetos que el contagiado haya podido tocar.

Apuntar que en caso de que podamos salir porque estamos vacunados y no mostramos síntomas, debemos tener en cuenta que la distancia de seguridad recomendada, antes apuntada, varía según la actividad que realicemos, así si estamos en el exterior y hay aire será mejor aumentar la distancia a 4 o 5 metros ya que las partículas que expulsamos cuando estamos en movimiento se quedan flotando durante un tiempo, siendo más probable que nos lleguen si hay aire. De igual forma, si corremos o vamos en bicicleta la separación requerida será de 10 metros.

Descubren cómo funciona la primera línea de defensa contra el cáncer de piel

 

Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona han descubierto los mecanismos moleculares que apoyan a la primera línea de defensa natural del cuerpo contra el desarrollo del cáncer de piel

 

El descubrimiento, que publica este martes la revista ‘Cell Reports’, ofrece, según los investigadores, nuevas pistas sobre el comportamiento de defensa ante el cáncer de piel a nivel celular y allana el camino para posibles nuevas dianas terapéuticas para tratar la enfermedad.

 

Según Avolio, “las células senescentes actúan como un cortafuegos contra el cáncer, suprimiendo la formación de tumores”.

La investigación, liderada por la investigadora del CRG Fátima Gebauer, se llevó a cabo recopilando ceratinocitos de ratón, el tipo de célula cutánea más abundante en la epidermis.

Los ceratinocitos pueden provocar varios tipos de cáncer de piel, incluidos los carcinomas de células basales y escamosas, dos de los cánceres humanos más frecuentes.

 

Experimentos con células sin la proteína CSDE1 revelaron que cuando estas se implantan bajo la piel de los ratones comienzan a formar tumores malignos.

Según los investigadores, sorprendentemente, todos los ratones tratados de esta forma desarrollaron carcinomas de células escamosas al cabo de entre 15 y 20 días.

Los investigadores vieron “el rol clave” de CSDE1 que promueve la supresión de tumores a través de dos mecanismos distintos: hace que la célula secrete un cóctel de citocinas y enzimas que obligan a la célula a entrar en un estado de detención permanente del crecimiento, y detiene la síntesis de YBX1, una proteína conocida por promover el crecimiento y la agresividad de los tumores.

“Los hallazgos del estudio son sorprendentes porque CSDE1 se ha relacionado previamente con la promoción de la formación de cánceres, no con su supresión”, han resaltado los investigadores.

Estudios previos desarrollados por el mismo grupo dirigido por Gebauer encontraron que la proteína CSDE1 promueve la formación de metástasis en el melanoma, un tipo de cáncer de piel menos común pero más agresivo, y otros estudios han demostrado que el CSDE1 está relacionado con la proliferación de tumores en muchos tipos de cáncer.

“No sabemos por qué esta proteína promueve el cáncer en algunos casos y lo suprime en otros. Encontrar la causa principal de este fenómeno tendrá importantes implicaciones para el descubrimiento de nuevos tratamientos personalizados contra el cáncer”, ha subrayado la investigadora.

CSDE1 es un tipo de proteína que monitoriza el ARN, adhiriéndose a él, a menudo en el momento en que se trascribe, lo que hace que tenga el potencial de cambiar la función de los ARN sintetizados en una célula.

Según los investigadores del CRG, una posible teoría que explica por qué CSDE1 se comporta de forma distinta en las células normales de la piel comparadas con células cancerosas es la existencia de variantes ligeramente diferentes en cada una, lo que podría afectar a la maquinaria molecular de la célula de distintos modos.

El estudio es uno de los pocos que examina el rol de las proteínas de unión en el ARN en el establecimiento de la senescencia celular, que es una nueva frontera en la investigación del cáncer.

“Durante mucho tiempo se pensó que las proteínas de unión en el ARN son moléculas universales que las células utilizan para el mantenimiento general y que, además, no pueden tratarse de forma terapéutica, pero cada vez está más claro que esto no es cierto y que es un campo emergente fundamental para comprender las enfermedades humanas”, ha concluido Gebauer.

2022: Cómo tener la mejor actitud ante lo que pueda venir

 

Claves para afrontar con fuerzas y predisposición positiva los retos psicológicos y emocionales que nos esperan en 2022 en las principales áreas de nuestra vida: estado de ánimo, equilibrio mental, vida social, familia y estabilidad económica porque, “cuando cambia el viento, hay que ajustar las velas”

 

Es imposible cambiar la dirección del viento, pero podemos ajustar nuestras velas para aprovecharlo y evitar que nuestro barco zozobre con una mejor actitud.

Esto lo señala un proverbio del que hay distintas versiones, con ligeras variantes, pero que vienen a significar lo mismo: la necesidad de adaptarnos a las nuevas circunstancias que nos depara la vida y buscar el modo de superarlas.

Cuando soplan vientos de cambio, y quizá de tormenta, como ahora, en lugar de quejarnos de las corrientes de aire o esperar que modifiquen su trayectoria, es preferible ser realista y ajustar nuestras “velas psicológicas y emocionales”, indican tanto el sentido común, como los conocedores de la psique humana.

La psicóloga Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen, traslada a Efe algunas claves para afrontar de modo positivo y con una actitud favorable los retos personales que, posiblemente, nos aguarden en el año que comienza.

Pareja: nuevas tensiones y relaciones

“En base al actual contexto y las tendencias en curso, los principales retos para las parejas serán: iniciar una relación, consolidar la presente o superar una crisis matrimonial, en unas circunstancias especiales como las que vivimos”, según Conde.

Por otra parte “ahora volvemos a tener más oportunidades de ocio que facilitan conocer a personas de la manera tradicional. Por lo tanto, habrá es que adaptarse a esta situación”, ya que durante la pandemia se instauró la tendencia de entablar relaciones amorosas por las redes mediante aplicaciones o ‘apps’.

Brindar por una buena salud.

“Adaptar nuestra conducta y pensamiento a conceptos y situaciones cambiantes, novedosas e inesperadas; escuchar con atención a la persona con la que conversamos; dejar de lado las ideas preconcebidas y fomentar la comunicación con nuestra pareja, son actitudes que nos ayudarán a afrontar estos cambios de una manera positiva”, según la psicóloga.

Estado de ánimo: hora de ponerse en marcha

“La pandemia ha tenido un gran impacto en el estado de ánimo de las personas. Todo ello debido a la reducción de las actividades, el aumento de las situaciones de estrés y la disminución de contacto físico con la ‘red social de apoyo’, compuesta por aquellas relaciones que integran a una persona con su entorno humano”, ratifica Conde.

“Para afrontar este reto, va a ser necesario “obligarnos” a nosotr@s mism@s a retomar ciertas actividades y tener una mejor actitud”, sostiene.

“Por eso, tendremos que forzarnos en retomar aquellas actividades que producen salud y bienestar y dejar de lado de manera progresiva las contrarias, aunque sintamos que no nos apetece hacerlo”, aconseja.

Equilibrio mental: mirar nuestro interior

Añade que dicho equilibrio tiene que producirse “en todas las áreas vitales de la persona.

Como por ejemplo el trabajo, el ocio, la pareja y la salud, entre otras, porque cuando un área está gravemente afectada, afecta al equilibrio de las otras”.

“Desarrollar la capacidad introspectiva, es decir la mirada hacia nuestro interior, y practicar actividades que potencien la conexión con nosotros mismos, como la meditación, el ‘mindfulness’ o la atención plena al aquí y ahora, y las técnicas de relajación es de gran ayuda para recuperar y mantener el equilibrio mental”, considera la experta.

Por otro lado, recomienda tomar decisiones y plantearnos objetivos.

Vida social: retomar el contacto personal

Para Conde es y será muy importante “seguir retomando el contacto presencial con las diferentes amistades. Tanto las más íntimas como aquellas puntuales, dado que venimos de una etapa de distanciamiento social, a causa de la pandemia”.

Para Conde, la actitud más favorable para afrontar este reto consiste en “cultivar la asertividad (expresar nuestra opinión de manera firme pero sin agresividad) mejorar la comunicación, proponer planes e involucrarse activamente en las actividades que hemos establecido”.

Familia: reencontrarse con uno y los demás

Durante la pandemia la familia con la que se convive se convirtió para muchas personas en el núcleo principal de apoyo, con el que se pasaba la mayor parte de su tiempo.

Por lo que al cambiar la situación esta relación va a tener que redefinirse, “reduciendo el tiempo de interacción familiar y compartiéndolo con las otras facetas de la vida”, señala.

Para afrontar este reto, Pilar Conde recomienda “mantener la independencia emocional. Es decir, hacernos cargo de nosotros mismos en todos los sentidos en vez de depender de los demás. Así como abrirnos a nuevas experiencias e interacciones con otras personas”.

En lo que respecta a los familiares más lejanos, con quienes no convivimos, esta psicóloga aconseja “retomar los contactos, así como los eventos familiares y las expresiones físicas de afecto con nuestros seres queridos”.

familia
cómo organizar una mesa de familiar con precauciones de seguridad.

Estabilidad económica: confiar y actuar

“Si nuestro trabajo o nuestra economía no cubren los mínimos necesarios, esto genera elevados niveles de estrés y tensión, tanto a nivel personal como familiar y social, por lo que será necesario confiar en nuestras propias capacidades”.

 

Fuente: Reportajes/Maria Jesus Rivas

 

La doctora en Psicología Clínica y de la Salud Silvia Álava Sordo, profesora, divulgadora y escritora, examina la forma de abordar la vacunación anticovid de los menores de entre 5 y 11 años, cuya inmunización comenzó a mediados de diciembre. Silvia desarrolla su actividad profesional en el Centro de Psicología Álava Reyes

 

Las vacunas en los niños

Silvia Álava

Este año 2021 ha sido “el año de las vacunas”. Su objetivo, ayudarnos a protegernos de la Covid.

Poco a poco, la gran mayoría de los adolescentes y adultos, estamos vacunados. Ahora toca el turno de los niños. Desde el 15 de diciembre, los menores de entre 5 y 11 años están siendo vacunados, y eso suscita muchas dudas y miedos por parte de los padres.

Si te encuentras en esa situación y sientes algo de reparo o recelo ante la vacuna, debes de saber que lo te que te pasa es al algo completamente normal. Es habitual sentir miedo cuando no contralamos o no dominamos una situación. Todas las emociones son buenas, nos proporcionan una información que nos ayudan a tomar decisiones.

Por tanto, negar las emociones, no es recomendable, no me gustaría comenzar este articulo diciendo “no tengas miedo”, creo que lo aconsejable es, “es normal sentir miedo cuando tienes que tomar una decisión con posibles consecuencias para tus hijos”.

Sin embargo, no debemos dejar que el miedo nos paralice, es el momento de recabar toda la información publicada hasta la fecha para que nos ayude a valorar todas las perspectivas.

  • Para ello debemos de distinguir entre hechos y opiniones. Todos podemos opinar de cualquier tema, pero para poder encauzar nuestro proceso de toma de decisiones debemos buscar información avalada científicamente. A ser posible publicada en revistas médicas de impacto. No hace falta buscar en las bases de datos científicas, basta con escuchar las noticias que se hacen eco de ellas, o los profesionales de la salud y de la divulgación que las recogen y nos las acercan.

  • Los niños se contagian y contagian, y pueden trasmitir el virus a otros niños u adultos. Al estar vacunados no sólo protegemos a los adultos que conviven con ellos, sino que les permitiremos tener una vida social y académica más normalizada, lo que beneficiará su salud mental.

    ema vacuna niños
    El pasado mes de agosto las comunidades autónomas comenzaron a vacunar contra la covid a los adolescentes a partir de 12 años. Ahora ha llegado el turno de los niños de entre 5 y 11 años. EFE/Ramón de la Rocha
  • Los ensayos clínicos demuestran la eficacia de las vacunas. Además, en países como Estados Unidos ya se han inoculado 5,5 millones de dosis y no ha habido efectos secundarios severos.

Si una vez recogida toda la información se decide vacunar al niño o a la niña, es el momento de prepararle. Para ello:

  1. Piensa que tu actitud a la hora de comunicárselo resulta esencial. Si en tu voz vislumbra miedo, sin quererlo se lo estás trasmitiendo a tu hijo. Díselo con calma y seguridad. Primero trabaja tus posibles dudas, y cuando estés seguro de la decisión que has tomado, díselo.

  2. Valida sus emociones. Si tiene miedo o está preocupado/a, prueba a decirle: entiendo que tengas miedo, o que estés nervioso. Es normal estar un poco nervioso o tener un poco de miedo, es la primera vez que nos vacunan contra el Covid… vamos a ir al hospital, centro de salud… y te van a poner una vacuna. Ya verás como no te va a pasar nada, solo va a ser un pinchacito.

  3. La mayor parte de los niños han visto como primero se vacunaban sus abuelos, luego sus profesores, sus padres, hermanos mayores… sienten que ahora les toca a ellos y también quieren participar. Ellos, como todos, quieren que esto se acabe cuanto antes y eso pasa por vacunas y prevención. Se trata de reforzar esa valentía y hacerles sentir que forman parte del proceso de acabar con esta pandemia.

  4. Además de una dosis de la vacuna del Covid, pongamos otra de respeto. Respeto hacía todas las decisiones, tanto la de vacunarse, como la de no vacunarse. Ningún niño debería quedar excluido de los juegos en el patio, o de ser invitado a planes infantiles por no estar vacunado. Esto es algo que depende más de los adultos que de los niños, y no podemos poner en juego la salud emocional de ese menor por una decisión de sus padres, por mucho que no la compartamos. Enseñemos a respetar a los niños y no olvidemos que, como para todo, nosotros somos su modelo.

 

Fuente: Psicóloga Silvia Álava

El impacto de la pandemia ha golpeado la salud neurológica de los españoles y más del 67 % de las personas que padecen el llamado síndrome post COVID tiene problemas de atención y memoria; el 61 % padece dolor de cabeza, el 67 % dolor muscular y el 49 % mareos

 

Así se desprende de los diferentes estudios presentados durante la 73 reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), celebrada en los últimos días en formato virtual.

De acuerdo a estas investigaciones, la COVID-19 no solo ha aumentado la mortalidad de los pacientes neurológicos, también ha producido un incremento en el número de nuevas personas que presentan afectación neurológica.

Así lo muestra uno de los trabajos, realizado en la Comunidad de Madrid, en el que se ha observado que más del 3 % de las nuevas consultas que se realizan en los Servicios de Neurología son de personas que han superado la COVID-19.

Los motivos de consulta más frecuentes son por cefaleas (41 %), síntomas cognitivos (21 %), anosmia/ageusia (12 %) y trastornos sensitivos (12 %), con una duración media de estos síntomas de más de 4 meses después de haber padecido la enfermedad y a pesar de que solo una minoría de los pacientes tratados (un 12 %) tuvieron que ser ingresados en planta o en la UCI.

Otro estudio realizado en otro centro de la Comunidad de Madrid entre personas con síntomas neurológicos tras la infección por SARS-CoV-2 señala que el síntoma neurológico más frecuente de consulta son las cefaleas (68 %), que un 57 % de los casos acudió por síntomas cognitivos (alteración de la memora memoria, 77 %; y de la atención, 43 %) y que otros síntomas menos frecuentes fueron: trastornos sensitivos, 24 %; dolor muscular, 19 %; temblor, 12 %; y mareo 9 por ciento.

También a este respecto, un trabajo realizado en Salamanca ha observado que la pandemia ha originado una mayor demanda de nuevas valoraciones por deterioro cognitivo y cefaleas.

 

Una investigación realizada en Galicia entre personas que superaron la COVID  y sin sintomatología neurológica previa, llega a la conclusión de que más de tres meses después del alta hospitalaria el 45 % de los pacientes presenta disfunción cognitiva leve y el 8 % moderada-grave. Además, según este estudio gallego, el 31 % presenta cefalea, un 20 % anosmia/ageusia persistente y un 16 % mareos.

 

A lo largo de estos meses de pandemia,  ha señalado el doctor José Miguel Láinez, Presidente de la Sociedad Española de Neurología, los especialistas ya habían podido comprobar la amplia presencia de síntomas neurológicos durante la infección.

Entre los más comunes, dolor muscular, encefalopatías, mielitis, crisis epilépticas, neuropatías, anosmia, cefaleas y, en cuanto a su gravedad, accidentes cerebrovasculares, como ictus isquémicos, ictus hemorrágicos, o trombosis venosas cerebrales.

“Unos síntomas que aún se hacían más presentes entre pacientes hospitalizados: más del 60 % de los pacientes hospitalizados por COVID-19 tuvieron síntomas neurológicos”.

 

Síndrome post COVID-19: cefalea

 

Pero a pesar de las altas cifras de consultas que se están produciendo en los Servicios de Neurología de toda la geografía española la afectación neurológica en el síndrome post COVID-19 podría ser aún mayor, explican en la SEN.

Independientemente de que haya muchos casos que no se lleguen a consultar, o de que existan otros muchos que no lleguen a los Servicios de Neurología porque se abordan desde la Atención Primaria, lo que señalan los trabajos es que la aparición de síntomas neurológicos en personas que han padecido COVID “es muy frecuente y además pueden ser persistentes”,

 “Muchas de estas secuelas neurológicas tienen un perfil muy característico y una causa que no siempre está clara, porque aún no se ha conseguido identificar los procesos patológicos implicados”, destaca José Miguel Láinez.

La cefalea es uno de los síntomas más frecuentes en pacientes que han superado el coronavirus. Y aunque alrededor de un 30 % experimentan un tipo de dolor de cabeza muy específico y asociado al virus, varios trabajos refieren que una buena parte de los pacientes lo que en realidad experimentan es un empeoramiento de sus cefaleas ya existentes que, si bien con mejores tasas de remisión espontánea, tienen peor respuesta a los tratamientos.

sindrome post covid

 

Se estima además que hasta un 20 % de los pacientes COVID-19 que desarrollan esta sintomatología pueden tener cefalea crónica.

En todo caso, la cefalea, como síntoma COVID, está asociada a una mayor tasa de supervivencia en pacientes hospitalizados por esta enfermedad, al igual que la anosmia, la mialgia y la presencia de náuseas/vómitos, tal y como refleja un trabajo realizado en más de 30.000 pacientes españoles.

Por otra parte, la COVID-19 se asocia, al menos en un grupo de pacientes, a alteraciones cognitivas.

Estos pacientes muestran déficit principalmente en escalas atencionales, amnésicas y visoespaciales. La persistencia de estas dificultades cognitivas es alta, puede ser superior a los seis meses, y su causa no suele estar clara.

Respecto a los síntomas sensitivos del síndrome post COVID parecen existir dos perfiles de pacientes.

Por un lado, pacientes cuyos síntomas aparecen en torno a 15 días después de la infección y que muestran alteraciones en los estudios neurofisiológicos debido a una alteración en el sistema nervioso periférico (SNP).

Por otro lado, pacientes que comienzan con síntomas desde el inicio de la infección, en los cuales no se puede demostrar neurofisiológicamente una disfunción del SNP.

Aumento de la mortalidad: Ictus, alzhéimer y epilepsia

 

Hace dos semanas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba su estadística de 2020, en el que se reportaba un aumento de la mortalidad española del 18 % respecto a 2019.

Y aunque el grueso del aumento en la mortalidad correspondió a personas que fallecieron por COVID-19, dos enfermedades neurológicas, alzhéimer e ictus, repuntaron llamativamente su mortalidad, con un 6,4 y un 0,4 por ciento, respectivamente.

La mortalidad por alzhéimer fue además la tercera causa no COVID que más incremento experimentó en España.

Las razones de estos aumentos son principalmente debidas a que, aunque la COVID-19 no fue el desencadenante del fallecimiento, sí contribuyó a él por encontrarse entre las comorbilidades de la persona fallecida.

Los ictus fueron la tercera causa de muerte más habitual en personas con COVID-19 identificado y con COVID sospechoso, y las demencias la primera causa de mortalidad en personas con COVID sospechoso.

sindrome post covid

No es de extrañar por lo tanto que dos trabajos realizados en Cataluña, aportados en esta Reunión Anual de la SEN, destaquen que haber padecido un ictus previo (tanto isquémico como hemorrágico) se asocia con mayor mortalidad por COVID-19 (más del 40 %), o que el diagnóstico de demencia se asocie a más mortalidad tras sufrir COVID en todas las edades y sexos.

Este aumento de la mortalidad no se circunscribe solo a estas dos enfermedades neurológicas.

Otro estudio retrospectivo, realizado con datos procedentes de 14 hospitales españoles, concluye que las personas con epilepsia fueron hospitalizadas, ingresadas en UCI y fallecieron por COVID-19 casi el doble en proporción con la población general.

 

presidente neurólogos

El impacto del SARS-CoV-2 no se puede medir solo en el número de nuevos casos que se producen a la semana, en el número de personas que están hospitalizadas por esta causa o en el número de personas que fallecen por la pandemia.

“Aunque la vacunación ha mejorado mucho el panorama, se trata de una pandemia que sigue causando mortalidad en personas que padecen otras enfermedades y que puede dejar secuelas. En este sentido es necesario medir adecuadamente el impacto de la COVID-19 sobre los sistemas de salud y la demanda asistencial, para redistribuir recursos y profundizar en el conocimiento y tratamiento de estos problemas”,  concluye  el presidente de la SEN.

 

Brasil ha detectado los primeros casos de la variante ómicron del SARS-CoV-2 en el país, que suponen además los primeros contagios en Latinoamérica con este linaje del coronavirus que ha vuelto a poner en alerta al mundo

La irrupción de ómicron en Latinoamérica se produce a través de un hombre, de 41 años, y una mujer, de 37, que residen en Sudáfrica, país dónde fue descubierta la nueva variante, y estaban de visita en Brasil, según informó el Gobierno de Sao Paulo.

La pareja desembarcó el pasado día 23 en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en la zona metropolitana de la capital paulista, pero cuando preparaban su regreso a Sudáfrica dieron positivo en covid-19.

El Hospital Albert Einstein, una de las clínicas privadas más reputadas de Latinoamérica, realizó entonces la secuenciación genética de ambas muestras y constató, de forma preliminar, que se trataban de infecciones con la variante ómicron, cuyo potencial está siendo investigado por la comunidad científica internacional.

Las autoridades sanitarias de Sao Paulo ratificaron poco después el diagnóstico a través del Instituto Adolfo Lutz.

Además, Sao Paulo investiga otro posible caso de contagio con ómicron de un pasajero que estuvo en Sudáfrica y dio igualmente positivo para el coronavirus, que ya ha matado en Brasil a casi 615.000 personas e infectado a más de 22 millones.

Asimismo, las autoridades brasileñas investigan otros posibles infectados con la nueva variante en viajeros llegados recientemente desde países de África, uno en el estado de Minas Gerais (sureste) y otro en el Distrito Federal de Brasilia.

Brasil, de nuevo puerta de entrada

Brasil, uno de los países del mundo más castigados por la covid-19, fue también la puerta de entrada del coronavirus en Latinoamérica, con el primer caso registrado el 26 de febrero de 2020, y también fue el lugar de origen de la “variante de preocupación” conocida como gamma o P.1, surgida en el estado de Amazonas (norte).

Ahora, en un intento por evitar una nueva ola, el Gobierno de Brasil suspendió desde el lunes pasado los vuelos procedentes de Sudáfrica, Botsuana, Esuatini (antigua Suazilandia), Lesoto, Namibia y Zimbabue, y estudia extender esa medida a Angola, Malaui, Mozambique y Zambia.

No obstante, los primeros casos de ómicron en el país son de pasajeros que llegaron a Brasil antes de que se anunciara esa restricción, que también han adoptado otros países con objeto de evitar la diseminación del nuevo linaje en sus territorios.

Preguntas abiertas

Sobre la variante ómicron aún se sabe poco. Por el momento, cerca de una veintena de países han registrado al menos un caso. Los primeros en América se notificaron en Canadá.

Se sospecha que puede ser más contagiosa a tenor del alto número de mutaciones (30) que tiene en la espícula (spike), que el virus usa para infectar las células humanas, pero se desconoce si provoca cuadros graves y si reduce la efectividad de las vacunas actuales.

Tregua pandémica en Brasil

El desembarco de ómicron se produce en un momento en que Brasil vive una cierta estabilidad pandémica, con el número de contagios y muertes en sus menores niveles prácticamente desde la irrupción del virus en el país, en febrero en 2020.

Esa tregua se debe principalmente al avance de la campaña de vacunación, que ha permitido que un 75 % de los 213 millones de brasileños tengan una dosis y un 63 %, la pauta completa.

Sin embargo, el repunte de casos de covid-19 en Europa y la aparición de esta nueva variante han puesto en alerta a gobernadores y alcaldes, varios de los cuales han cancelado en los últimos días los festejos previstos para el fin de año.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, no ha descartado cancelar los eventos y conciertos programados para recibir a 2022, los cuales suelen reunir a millones de personas en las icónicas playas de la turística capital fluminense.

Asimismo, el carnaval de 2022, la fiesta mayor de la sociedad brasileña, también está en el aire, en medio de las alertas de los especialistas sanitarios, que recomiendan cautela y mantener ciertas medidas preventivas, como el uso obligatorio de la mascarilla, hasta que se descubra el verdadero potencial de la variante ómicron.

 

 

Dr. Carlos Macaya Miguel-efe

Pionero en técnicas terapéuticas percutáneas o cateterismos terapéuticos (angioplastia coronaria, valvuloplastia mitral y aórtica, etc.), jugó un papel decisivo en el desarrollo del primer estudio aleatorizado sobre estents coronarios (Benestent), publicado en 1994; dispositivo adoptado posteriormente para su uso clínico en los Estados Unidos de América (USA).

Ha desarrollado, en paralelo, una intensa carrera investigadora, formando parte de más de 100 estudios internacionales, en 32 de ellos como parte del Comité de Dirección, y coordinando 28 estudios nacionales.

También, es autor de 655 artículos en revistas científicas, de los que dan buena cuenta las más de 31.265 citas (Scimago) ó 45.061 (JCR) generadas por estas publicaciones, con un índice Hirsh de 88 y un factor de impacto de 2.731 solo en 2019.

Miembro reputado de diferentes sociedades científicas (fue presidente de la Sociedad Española de Cardiología -2009/2011-, FACME -13/16- y OAT -14/16-), comités editoriales y comités asesores españoles y americanos , y por mencionar algunos de sus cuantiosos méritos, cabe destacar el Premio Rey Jaime I de Investigación Médica 2007, junto a otros doce galardones.

No existe la suerte en ciencia, investigación o innovación, solo el trabajo con una pizca de fortuna

A juicio del Dr. Carlos Macaya “había pocas dudas sobre ello -quizá no siempre tanta voluntad de acción-, pero los desafíos que ha planteado la actual pandemia han puesto en evidencia el peso que debieran tener la ciencia y la investigación en un futuro centrado en el bienestar de toda la población.

El coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-19, comenzó a colonizar todo el planeta hace ya casi dos años, y en menos de 24 meses ha dejado unas cifras desoladoras: en torno a 4,6 millones de fallecidos y más de 228 millones de personas infectadas.

No solo son esos números. Además de las tragedias que hay detrás de cada una de esas muertes, la situación también ha supuesto un cambio de escenario que ha incluido confinamientos, nuevas formas de trabajo y un gran golpe a la economía que afecta a todas las escalas de la sociedad.

El mundo ha cambiado, y ese nuevo escenario ha traído a primer plano una necesidad imperiosa: la de la investigación en materia de salud. Porque, como la Historia nos ha enseñado, las grandes crisis que han hecho especialmente vulnerable a la sociedad arrojan luz demostrando lo que resulta, a claras luces, prioritario: un modelo más justo y equitativo en el que la investigación y la innovación en materia de salud se sitúen en primer lugar.

El Dr. Carlos Macaya MiguelLecciones de la historia

Aunque ha tenido que llegar una nueva pandemia para recordarnos lo que ha sufrido el mundo a lo largo de todo su pasado, y cómo reaccionó en aquel entonces, lo cierto es que no estamos ante un escenario completamente nuevo.

Hace ya un siglo que comenzaba la mayor pandemia conocida hasta la fecha, la bautizada como ‘gripe española‘, que dejaba entre 20 y 50 millones de fallecidos en todo el mundo, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud. Causó más muertes que la I Guerra Mundial, un conflicto que estaba finalizando, precisamente, a la vez que comenzaba a propagarse una pandemia que acabó contagiando al menos a un tercio de la población mundial.

A la sazón, el conocimiento y los recursos eran limitados. No había sistemas públicos de salud, por lo que la medicina solo era accesible para una parte de la población. Además, aún no se había descubierto el primer antibiótico, que llegó una década después. En cuanto a la primera vacuna contra la gripe tardaría aún más, ya que no estuvo lista hasta los años 40 de dicho periodo.

El gran peso que supuso la pandemia en aquella época, no solo en cuanto al número de fallecidos sino también en lo relativo a las consecuencias económicas de la situación, evidenció la importancia de la cooperación internacional y la inversión en salud. Fue así como poco después de concluida la I Guerra Mundial nacía la sección de Salud de la Liga de las Naciones, el organismo multilateral que precedió a la OMS. Se trataba de una agencia técnica que ideó sistemas internacionales de control de epidemias.

La investigación en ciencia y salud se empezó entonces a considerar un pilar clave sin el que la economía era incapaz de avanzar, y por primera vez, médicos profesionales, y no diplomáticos, tomaban las riendas de organismos supranacionales como la Office International d’Hygiène Publique. En este contexto es en el que empieza a avanzar la salud pública y donde el Estado se convierte en “proveedor de bienestar”.

El doctor Carlos Macaya Miguel.Reconfiguración mundial. Cambio de prioridades hacia la Ciencia

Un siglo después, las lecciones aprendidas no habían quedado del todo en el olvido, pero la inversión en investigación, ciencia e innovación para la salud había dejado de ser prioritaria. Por el contrario, otros sectores, como el de la industria bélica, mantenían unos presupuestos muy elevados. Incluso en el año en que comenzó la pandemia, 2020, EEUU siguió aumentando su presupuesto militar.

Según un estudio elaborado por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, Estados Unidos, el año pasado, continuó ejerciendo como líder mundial de la inversión en Defensa, con más de 778.000 millones de dólares (aproximadamente, 673.430 millones de euros) dedicados en el 2020 a esta industria. Nada menos que un 6 % más que lo destinado al mismo sector en los presupuestos el año anterior.

Sin embargo, el nuevo escenario de prioridades parece haber cambiado las cosas. Hace solo unas semanas, el pasado 1 de septiembre, el presidente Joe Biden anunciaba, a raíz de su retirada de Afganistán, que la era del intervencionismo estadounidense había terminado, prometiendo que no habría ‘grandes operaciones militares’ durante su mandato.

Y aunque eso no signifique reorientar todo ese presupuesto hacia la inversión científica, deja entrever otro orden de prioridades. Un ejemplo de ello es China, el segundo país del mundo en gasto absoluto en Defensa. Según el citado informe, el año pasado ya estuvo muy por debajo de Estados Unidos en gasto militar, destinando a ello 252.000 millones de dólares. Pero lo más destacable es que esa cifra resulta ser un 3,4 % más baja que la del año anterior.

Por el contrario, la inversión en salud se multiplica, y no solo como respuesta a una situación de emergencia. Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo, elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los flujos mundiales de inversión extranjera directa, como cabía esperar, se reducirán a causa de la presión por la pandemia de la COVID-19.

No obstante, la inversión prevista se centrará en requerimientos que hasta ahora ocupaban un segundo plano.

De esa forma, la UNCTAD estima que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) experimentarán un notable empujón tanto de fuentes públicas como privadas, especialmente, en seis de esos sectores: infraestructuras, mitigación del cambio climático, alimentación y agricultura, salud, telecomunicaciones, y ecosistemas y biodiversidad.

Asimismo, y obedeciendo, en concreto, al cambio de prioridades que ha desencadenado la pandemia, el informe vislumbra ‘una mayor promoción de las inversiones en salud, seguridad alimentaria y digitalización’.

Aún así, el supuesto crecimiento general estará muy por debajo de las necesidades reales para lograr un bienestar a corto, medio y largo plazo; y se evidencian, cada vez más, tanto el deber de cambiar nuestro modelo productivo y de cooperación global como la obligación de apostar decididamente por la investigación y la innovación en ciencia como la única manera de asegurar un futuro para todas y todos.

El cardiólogo Carlos Macaya Miguel-efeNuevo escenario de futuro en investigación e innovación

Los aprendizajes que nos ha dejado, y nos continúa dejando, esta pandemia no pueden ser más claros: la ciencia es la única herramienta eficaz no solo para combatir la expansión del SARS-CoV-2 y la enfermedad de la COVID-19, sino también para poder mantener un equilibrio de bienestar en todas las áreas económicas en el ámbito internacional.

Sin la investigación en ciencia hubiera sido imposible la comprensión del virus y de su poder de transmisión, al igual que el desarrollo de terapias y por supuesto de vacunas en un período de tiempo tan breve. Y gracias a esos avances, las consecuencias de la pandemia no han sido aún peores, ni en materia sanitaria ni en términos económicos.

Como especifica el informe Perspectivas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) sobre Ciencia, Tecnología e Innovación 2021, ‘la pandemia ha puesto de relieve, en mayor medida que en las últimas crisis, la importancia de la ciencia y la innovación para estar preparados y ser capaces de dar respuesta a las próximas crisis’.

Desarrollar nuevas políticas en materia de ciencia, tecnología e innovación es una necesidad urgente que no puede ni debe retrasarse si buscamos el avance de la sociedad.

En el mundo científico esa idea caló a fondo desde los inicios de la pandemia. Prueba de ello es que, como muestra el informe de la OCDE, entre enero y noviembre de 2020 se difundieron alrededor de 75.000 publicaciones científicas sobre la COVID-19, facilitando el acceso abierto a más del 75 % de ellas.

Por otra parte, las bases de datos de investigaciones y las editoriales científicas suprimieron sus muros de pago para que la comunidad científica pudiera compartir publicaciones y datos relacionados con la COVID-19, de forma que el avance del conocimiento pudiera ser más rápido y todos pudiéramos beneficiarnos de ello.

Es cierto que todo se ha dado en unas circunstancias excepcionales que pocos podrían haber imaginado hace solo dos años, pero ha servido también para evidenciar que el camino hacia una ciencia más abierta es el correcto.

Con todo, nada de lo anterior sirve de mucho sin inversión. Y a pesar de que el retorno de esa inversión es más que evidente, y hay algunas señales de esperanza en este sentido como las expuestas con anterioridad, sigue siendo necesario incidir sobre ello.

El informe Innovación sanitaria para salir reforzados de la crisis de la COVID-19, de la consultora Hiris Care y Farmaindustria, evidencia esa asociación entre crecimiento económico e inversión en Sanidad afirmando que cada euro invertido en salud e innovación tiene un efecto multiplicador en términos de crecimiento económico y de empleo muy superior al de la inversión en cualquier otra actividad económica.

De ahí la necesidad de elaborar un plan de inversión en Sanidad que, según indica el informe Inversión en sanidad: la vía española hacia la prosperidad, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) con el apoyo de la Fundación Farmaindustria, durante el próximo lustro se podrían elevar los recursos destinados a la asistencia sanitaria en dos puntos en relación al PIB, generando un incremento de hasta 427.000 millones de euros en el PIB entre los años 2025 y 2040.

Concretamente, cada euro invertido en investigación genera 1,6 euros de valor añadido, según este informe, dato que avala que esa inversión en investigación genera efectos tractores que van más allá de las ramas productivas más ligadas a la Sanidad, impulsando la actividad de servicios especializados, comerciales e industriales, entre otros.

Y ha sido precisamente una de las enseñanzas de la pandemia: invertir en salud pública e innovación sanitaria mejora el bienestar de todos y aumenta la eficiencia económica. Esa relación entre coste y beneficio no es nada novedoso, pero circunstancias de crisis como la que vivimos nos hacen a todos más conscientes de los fuertes vínculos entre salud, sociedad y economía.

El doctor Macaya señala sobre una maqueta del corazón el lugar donde se encuentran los canales de comunicación entre cavidades cardíacas.

La importancia del conocimiento, más allá de las crisis

Por otra parte, gracias a la investigación y a la tecnología, en los países occidentales la esperanza de vida experimentó notables avances en el último siglo.

Por ejemplo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la esperanza de vida en España pasó de ser 70,56 años en hombres y 76,30 en mujeres en 1975 a alcanzar los 80,86 en hombres y los 86,22 en mujeres en 2019. Una década más de vida en menos de medio siglo gracias a los avances científicos.

La cardiología es uno de los campos en los que se puede comprobar más directamente cómo la investigación ha logrado hacer avanzar hacia una mayor y mejor calidad de vida.

En las últimas décadas, el conocimiento del órgano motor del cuerpo humano ha dado un salto extraordinario, y las nuevas técnicas y pruebas diagnósticas, así como los nuevos tratamientos, están no solo reduciendo notablemente la mortalidad sino también permitiendo una calidad de vida excepcional, incluso en los más mayores.

De esta manera, a pesar del envejecimiento de la población, lo que incrementa la prevalencia de la enfermedad cardiovascular, si en 2002 las enfermedades cardiovasculares causaban, según el INE, el 34,1% del total  de muertes, en 2018 habían bajado al 28,3 %,  (aunque sigan  constituyendo la primera causa de muerte en nuestro país y en el mundo desarrollado).

El doctor Carlos Macaya MiguelLos avances en intervencionismo coronario, el implante de prótesis valvular aórtica por vía percutánea, la reparación percutánea en otras cardiopatías, los adelantos en la ecocardiografía, los avances en técnicas de imagen para profundizar en el conocimiento de los mecanismos celulares y moleculares asociados a las distintas patologías, y una larga lista de nuevas técnicas de diagnóstico, han sido fundamentales, junto con la innovación en los tratamientos,  para lograr esa reducción de cifras en la mortalidad cardiovascular.

Otros esfuerzos a destacar que están consiguiendo importantes avances se centran desde hace ya unos años en el estudio de la genética aplicado a las patologías cardiovasculares, (en especial la muerte súbita), en la investigación de los genes implicados en las enfermedades cardiovasculares de origen hereditario y en el desarrollo de nuevas técnicas que ofrezcan pronósticos certeros en la evolución del paciente.

Tampoco debemos olvidarnos de todo lo que ha logrado la investigación en el abordaje del riesgo cardiovascular, pudiendo determinar eficaces herramientas de prevención, la mejor manera sin duda de promover salud cardiovascular.

Estudios como Predimed -en el ámbito de la alimentación- o Di@bet.es; investigaciones acerca de las causas y formas de tratamiento de la hipertensión o sobre la influencia del ejercicio frecuente; o conocimientos sobre los efectos de los niveles elevados de colesterol en sangre, han supuesto todo un avance gracias al que seguir reduciendo la prevalencia de la enfermedad cardiovascular en la sociedad es una posibilidad real.

Del mismo modo, la investigación realizada en la afección de temas como la calidad del aire, factor de riesgo recientemente reconocido por la OMS, nos ha alertado no solo sobre su potencial afectación en la génesis de la enfermedad sino también sobre su probada incidencia en posteriores procesos de rehabilitación cardíaca, fundamentales para la adecuada recuperación de los pacientes.

El campo es tremendamente amplio: el desarrollo tecnológico, el estudio de los genes presentes en las células (genómica), la  investigación en cuanto al perfil de las proteínas en sangre (proteómica) o el conocimiento de todos los factores ambientales con las oportunidades en cuanto a los resultados de su interacción que nos ofrece la inteligencia de datos (‘big data’).

El doctor Macaya y su nieta KimRealmente, pueden generar enormes avances en el ámbito de diagnóstico y pronóstico, evolucionando hacia una medicina personalizada y generando unos parámetros de prevención que nos podrán llevar seguramente a unos escenarios hasta ahora impensables. 

La oportunidad está ahí, y hoy, con más conciencia que nunca, podemos decir que la ciencia, unida a la innovación y a la tecnología, son la clave de nuestro futuro.

No me atrevería a afirmar, como he escuchado pronosticar a alguna reconocida personalidad, que morir pueda llegar a ser una opción, pero sí tengo una certeza: ciencia, innovación y tecnología implican  progreso económico, social y personal; implican bienestar;  y son, en definitiva, imprescindibles pilares para un mundo mejor”, concluye el doctor Carlos Macaya Miguel, un hombre fundamental en la cardiología española, latinoamericana y mundial.

 

El 17 de octubre es la fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conmemorar el Día Mundial del Dolor. 

Se estima que un 5 % de la población adulta manifiesta dolor diariamente, lo que implica una grave afectación física y psicológica en el día a día y un gran impacto en la calidad de vida.

Diversos estudios realizados en España señalan además que alrededor del 30 % de la población refiere haber padecido dolor en las últimas 48 horas, más del 40 por ciento en la última semana y casi un 80 % en los últimos seis meses.

Tanto su prevalencia como su intensidad son mayores en mujeres y aumenta con la edad de los pacientes.

Tipos de dolor

“El dolor es un síntoma muy común, que supone el 50 % de las visitas a Atención Primaria y, puesto que el sistema neurológico es el punto de partida y final del dolor, también de las consultas de Neurología”, señala el doctor Alan Luis Juárez, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

De acuerdo con este especialista, el dolor se clasifica en tres grandes grupos:

  • Dolor nociceptivo, causado por la activación de los receptores del dolor en respuesta a un estímulo (por una lesión, inflamación, infección, enfermedad,…)
  • Dolor neuropático, como consecuencia de daño sobre el sistema nervioso , considerado dolor patológico, ya que no tiene ninguna utilidad como mecanismo de alerta o defensa
  • Dolor con condiciones mixtas de los dos

“En Neurología, el dolor reconocido como primera causa de visita a nuestras consultas externas es la cefalea, aunque también se puede expresar en casi todas las patologías neurológicas: neuropatías, trastornos desmielinizantes, enfermedad de Parkinson, demencias…” apunta el doctor Alan Luis Juárez.

“Se estima que un 25 % de las consultas por dolor en atención primaria pueden estar relacionadas con pacientes que padecen dolor neuropático”, afirma el neurólogo.

¿Qué es el dolor neuropático y por qué se produce?

El dolor neuropático se produce por una disfunción del sistema nervioso que hace que se interpreten como dolorosos ciertos estímulos que en realidad no lo son.

La SEN estima que hasta 3 millones de españoles pueden padece dolor neuropático.

Día Mundial Dolor
El doctor Alan Luis Juárez, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Cedida

Por sus características fisiopatológicas y por la ausencia de respuesta de más del 50 % de los pacientes al tratamiento inicial, el dolor neuropático tiende frecuentemente a la cronificación.

“El dolor neuropático o mixto que además se cronifica, es el que suele involucrar un mayor esfuerzo de atención por parte del especialista”, comenta el neurólogo.

“A pesar de que a que en los últimos años se ha avanzado en su tratamiento, en muchas ocasiones, o no es bien tolerado por el paciente, o se pierde la adherencia terapéutica por distintos factores, o incluso el dolor se hace refractario a cualquier tipo de tratamiento”, añade el especialista.

Tanto por la dificultad de tratamiento, como por su enorme complejidad fisiopatológica y por la forma tan intensa en la que lo experimentan los pacientes, el dolor neuropático se considera como uno de los peores dolores, con afectación en las esferas física, psicológica y funcional en la vida diaria de la persona en un 85 % de casos.

Además, está descrito que alrededor de un 70 por ciento de las personas afectadas por esta condición pueden llegar a presentar algún tipo de trastorno en la esfera psiquiátrica, sobre todo del tipo ansioso-depresivo, alteraciones en el ámbito del sueño, e incluso fatiga crónica.

El dolor ha empeorado con la pandemia

La multimorbilidad está especialmente relacionada con este tipo de dolor y alrededor del 88 % de la población mayor tiene estas características: con trastornos del rango anímico como depresión y ansiedad, obesidad, diabetes mellitus, trastornos cardiovasculares y pulmonares, y cáncer, entre los más habituales.

Además, la pandemia ha empeorado mucho más el panorama. Son muchos los pacientes con algún tipo de dolor especial, con riesgo de cronificar, que no han sido correctamente atendidos.

La Sociedad Española del Dolor, hace unos meses, señaló que la situación de confinamiento del año pasado generó que el 59,4 % de las personas que viven con dolor crónico en España presentaran empeoramiento de su condición.

“Aunque aún estamos aprendiendo sobre las consecuencias de la pandemia en esta área, parece que la covid-19  ha generado, al igual que otras secuelas neurológicas más conocidas, afectación de dolor neuropático” concluye el doctor Alan Luis Juárez.

dolor

No son futuros cíborgs sino ‘Human Augmentation’

 

Kaspersky, compañía especializada en ciberseguridad, realizó un estudio en 16 países, revelando que el 92% de los encuestados cambiaría algo de sí mismos si pudiera. Pero muchos temen que el “Human Augmentation”, esté reservado solo para las personas que dispongan de recursos económicos para implementarlos; y otros tanto comentaron que sus cuerpos puedan incluso ser el objetivo de los ciberdelincuentes

El concepto “Human Augmentation”, es decir, el proceso de mejorar nuestras habilidades físicas y mentales a través de la tecnología, estaba, hasta ahora, reservado a la ciencia ficción; sin embargo, ha ido ganando terreno a medida que la digitalización se ha convertido en una parte cada vez más importante de la vida cotidiana. En este reciente estudio, llevado a cabo por Kaspersky, con una muestra de 14.500 adultos en 16 países de Europa y Norte de África, se reveló el entusiasmo generalizado por este tipo de tecnologías. De hecho, esta investigación concluyó que el 92% de los encuestados cambiaría su aspecto físico si se les diera la oportunidad; mientras que más de la mitad, un 63%, consideraría cambiar sus capacidades físicas inherentes, implantando o alojando algún elemento tecnológico en sus cuerpos, sea esto de forma permanente o temporal. Diversas apreciaciones De la muestra, los italianos son los más interesados en el concepto “Human Augmentation”, un 81%, por delante de los españoles, 76%, mientras que los británicos con los más escépticos, solo un 33%. La mayor parte de los encuestados desearía que esta tendencia se utilizara para el bien de la humanidad, y el 53% para mejorar la calidad de vida. En general, en todos los países, el objetivo de cualquier “Human Augmentation” se enfoca en la mejora de la salud física en general, un 40%, o la vista, 33%. No obstante, persisten algunas dudas; de hecho, algunos encuestados temen que el uso de este tipo de tecnologías únicamente llegue a los ricos, 69% lo pinesa de esta manera. Mientras que para el 88%, el principal miedo es que sus cuerpos puedan ser hackeados por ciberdelincuentes.

 

El director europeo del Equipo de Investigación y Análisis Global (GReAT) de Kaspersky, Marco Preuss, comenta: «Human Augmentation es una de las tendencias tecnológicas más importantes hoy en día. Estamos viendo una amplia gama de aplicaciones prácticas que se están desplegando en áreas cotidianas de nuestras vidas, tales como la salud y asistencia social, el deporte, la educación o el transporte. Los exoesqueletos para los servicios de rescate y antincendios o la bioimpresión de órganos son algunos ejemplos. Pero es importante mostrarse cautos ante ello. Los entusiastas ya están probando los límites de lo posible, pero necesitamos normas comunes para asegurar que estas tecnologías alcancen todo su potencial y, al mismo tiempo, minimizar los riesgos». Kaspersky resumió algunas de las conclusiones globales de la investigación: Lo británicos y franceses parecen ser los más escépticos, ya que de hecho, un 36% y un 30% respectivamente, se muestran en contra de esta tendencia tecnológica. Y más de la mitad de los adultos en Francia, 53%, y el Reino Unido, 52%, creen que será peligrosa para la sociedad, muy por encima de la media del estudio, fijada en el 39%. Los adultos del sur de Europa, incluyendo España, Portugal, Grecia e Italia, así como Marruecos, son los más predispuestos a la tecnología “Human Augmentation”. El uso de tecnología para conseguir un cuerpo más atractivo interesa a más de un tercio, 36% de las mujeres, y a un cuarto, 25% de los hombres; mientras que los hombres prefieren mejorar más su fuerza 23%, que las mujeres 18%. Cerca de la mitad, un 47%, de los entrevistados cree que los gobiernos deberían regular el concepto “Human Augmentation”. Siendo el Reino Unido, el país más a favor de la intervención del gobierno, con un tajante 77%, mientras que Grecia es el más reticente, con un 17%. Solo un tercio de las personas, 33%, reconoció su entusiasmo por el “Human Augmentation”, aunque la preocupación es mayor entre las mujeres, 21%, que entre los hombres, 15%.

La dermatoscopia es una herramienta diagnóstica valiosa en lesiones cutáneas. No solo se emplea en la detección de cánceres, sino también en infecciones y hasta parasitosis, como la escabiosis. El uso de la dermatoscopia ha ofrecido una nueva dimensión de las lesiones cutáneas y ha proporcionado una herramienta diagnóstica eficaz para diferenciar tumores cutáneos benignos o malignos. Del mismo modo, también apoya la correcta identificación en muchas otras patologías de la dermatología general. El diagnóstico cutáneo se basa, a menudo, pero no siempre, en la visión. Los dermatólogos tienden a encontrar situaciones en las que es posible que las opciones sean varias, lo que complica determinar si se está ante una lesión de un tipo o perteneciente a otra clasificación.

¿QUÉ ES LA DERMATOSCOPIA?

La dermatoscopia, también conocida como microscopía de epiluminiscencia o microscopía de la superficie de la piel, es una técnica no invasiva que se realiza en pacientes vivos. Es decir, se trata de una práctica que se concreta en los consultorios diseñados y especializados para tal fin. De manera tradicional, ha encontrado un uso frecuente en la evaluación y diferenciación de lesiones melanocíticas sospechosas de melanomas, así como cánceres de piel. Entre estos últimos podemos mencionar el carcinoma de células basales y el de células escamosas.

 

La observación es un pilar de la dermatología, ya sea a simple vista o con instrumentos.

 

El dermatoscopio como instrumento

Un dermatoscopio es el aparato que se utiliza para concretar este método diagnóstico. Puede evaluar estructuras hasta la profundidad de la dermis reticular y registrar imágenes para futuras comparaciones, como si se tratase de fotografías. Los componentes esenciales de este tipo de dispositivo son los siguientes:

  • Lentes acromáticos con aumento que abarcan desde 10 X hasta 200 X o incluso más.
  • Un sistema de iluminación incorporado compuesto de lámparas halógenas colocadas dentro de la pieza de mano.
  • Una fuente de alimentación: pueden ser baterías recargables o reemplazables.

 

¿PARA QUÉ SIRVE LA DERMATOSCOPIA?

El principio básico de la dermatoscopia es la transiluminación de una lesión para estudiarla con gran aumento. De este modo, se pueden visualizar rasgos sutiles que pasarían desapercibidos. La técnica permite revelar colores y microestructuras no apreciables a simple vista que corresponden a atributos de los tejidos. Los hallazgos siempre deben interpretarse dentro del contexto clínico general del paciente. Se integra la imagen con la información de la historia clínica y el examen macroscópico. Se están descubriendo aplicaciones para este examen detallado de la superficie de la piel en algunas otras circunstancias, como por ejemplo las siguientes:

  • Lesiones cutáneas no pigmentadas.
  • Dermatitis infecciosas.
  • Trastornos de las uñas.
  • Ácaros de la escabiosis dentro de un túnel en la piel.
  • Localizar una astilla.

 

  • Examen de los capilares del pliegue de la uña en el lupus eritematoso cutáneo (LES) o la esclerosis sistémica (ES).
  • Distinguir ciertas afecciones de la piel, como el liquen plano, de otras como la psoriasis o el eccema.
  • La evaluación de la pérdida de pelo, bajo el nombre de tricoscopía.

De acuerdo a estudios publicados en Dermatology Practical and Conceptual, la escabiosis es, sin duda, la enfermedad de la piel cuyo diagnóstico se ha beneficiado más con el uso del dermatoscopio. Esto sin considerar las patologías oncológicas.

TIPOS DE DERMATOSCOPIA

De acuerdo a la fuente de iluminación que es empleada por el propio aparato dermatoscopio, hoy en día se pueden distinguir dos tipos de dermatoscopia, que son los siguientes:

  • Con luz no polarizada convencional (NPD): en estos dispositivos se debe aplicar una gota de aceite sobre la lesión a analizar para evitar el fenómeno de dispersión de la luz que dificulta el examen visual.
  • De contacto con luz polarizada (PCD): estos dispositivos cuentan con una luz especial, polarizada, que anula el fenómeno de dispersión y, por ende, no requieren de aceite de inmersión sobre la lesión. El aparato puede contactar directamente la lente con la superficie cutánea.

Algunos dermatoscopios tienen un sistema de fotografía incorporado, con software de soporte para la captura y almacenamiento de imágenes. Para aquellos que no poseen este mecanismo, hay adaptadores especiales disponibles para conectar a cámaras digitales.

 

Los aparatos toman imágenes que pueden almacenarse para un posterior análisis.

 

¿CÓMO SE REALIZA Y CUÁL ES SU PREPARACIÓN?

La dermatoscopia es un procedimiento sencillo que se realiza en el momento de la consulta con el médico dermatólogo. El paciente debe dejar expuesta la lesión a analizar. Se apoyará el dermatoscopio sobre la zona para visualizar las características morfológicas correspondientes. Es un procedimiento indoloro que no genera molestias ni complicaciones. No se requiere ninguna preparación en particular, pero se recomienda acudir a la consulta médica con vestimenta cómoda y con la superficie de la piel a evaluar limpia y sin cremas. Una vez que culmina la dermatoscopia, la persona puede retornar a sus actividades habituales sin ninguna indicación añadida.

LA DERMATOSCOPIA COMO COMPLEMENTO

La dermatoscopia tiene usos de gran alcance, más allá del simple diagnóstico de trastornos de la piel, el cabello y las uñas. Nuevos estudios revelan que sus aplicaciones exceden a lo oncológico y que es posible que sirva como soporte para infecciones y parasitosis. Los hallazgos son muy relevantes, tanto para los médicos como para los pacientes. Ofrecen una rápida resolución a los dilemas diagnósticos y terapéuticos que se encuentran de forma rutinaria.